Perfil

Desde muy pequeño supe que habría de ser artista, nací con esas habilidades, y con esa personalidad. Y además crecí en un medio propicio para ello. Mi ambiente familiar estaba lleno de pintores, poetas, escritores y periodistas. Crecí en una editorial; entre libros, hojas de papel y botes de tinta. Lo normal hubiera sido que los primeros años de mi vida los dedicara a aprender las técnicas del arte, y así fue, pero lo mismo sucedió con los segundos años, y con los terceros, y con todos.

Aprender otras técnicas, trabajar otros materiales, investigar, jugar y crear, ha sido un vicio alucinante y demasiado adictivo. Tengo 58 años, he hecho pintura con todas las técnicas y materiales posibles, también escultura, diseño, fotografía, publicidad. He sido periodista, mesero, cantinero, guía de turistas, funcionario público, escritor, actor, locutor, asesor político, poeta, maestro, y conferencista, entre otras cosas. He sido intenso e inmerecidamente feliz.

Pero. Mis pequeños triunfos creativos, de los que sólo yo soy consciente, están acompañados de grandes derrotas en otros aspectos, aspectos y situaciones mucho más importantes que la vanidad de un artista. Mi dispersión, mi resistencia enferma a cualquier forma de rutina, mis ansias de creatividad y libertad han jugado en mi contra, y lo que es peor, en contra de mis seres queridos, toda mi vida.

El caso es que llegué a un punto en que tengo que hacer algo bien y urgente, que cambie de forma radical mis expectativas. Si sigo así, voy a llegar a la vejez en la miseria, y lo que es mucho peor, sin haber dado a quienes amo, cuanto es mi obligación dar.

Durante todo el reciente año, he estado haciendo una introspección severa y me encuentro con un espejo cruel e insultante. Al que prometí seguir siendo feliz, desde luego. Pero ahora con otras metas y valores.
Enfrascado en estos pensamientos y decisiones, mágicamente llegó a mí la oportunidad del curso “jóvenes emprendedores”. En este curso, con ayuda de los instructores, su capacidad y paciencia, y con el entusiasmo e inteligencia de mis compañeros descubrí una meta en la vida que no había valorado y comprendido, un reto maravilloso, que puede y debe convertirse, en un plan de vida. Ser Empresario.

En este curso, y con esa ayuda. Nace mi empresa.
Gonzalo Beltrán, arte y arte digital.

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